5 de abril de 2014

Dos meses. Bueno, casi dos meses han pasado desde mi última publicación. Increíble cómo pasa el tiempo.

La verdad es que en aquella última entrada prometía el oro y el moro, sumándole que además os tenía con publicaciones casi semanales. Madre mía… Toda esta problemática viene cuando no sabes a lo que te vas a enfrentar en el último cuatrimestre de la carrera y luego, sin previo aviso, aparecen trabajos, entregas cada poco tiempo y con los exámenes a la vuelta de la esquina. No solo eso, sino que mi mente decidió además que era buen momento para entrar en una especie de “desconexión” y no me ha dejado escribir ni siquiera un ratito.

Lo que quiero decir en esta entrada es que no os tengo abandonados, ni a vosotros los lectores ni a este este proyecto, y que sigo vivo (o al menos los pedacitos que quedan de mi ser lo pueden demostrar). A ver si durante este mes de abril vuelvo a las andadas y tras la época de exámenes que me espera vuelvo a inundar vuestras pantallas con mis relatos e historias sinsentido. ¡Pero no prometo nada! Que sino luego me meto en unos fregados...

Bueno, espero que disfrutéis del sol primaveral y del buen tiempo que nos acompaña estos días mientras yo sigo enfrascado delante del ordenador estudiando… ¡Qué remedio!

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